Conectando oportunidades de negocios.

Con platos emblemáticos como  la tostada catirrusia (con sello de tocineta y relleno de queso amarillo y tocineta), sus merengada, su servicio drive in (servicio en el automóvil con solo encender sus luces de emergencia), el restaurante El Trolly, en la calle Guarita de Las Mercedes, cumplirá 70 años el 19 de noviembre como uno de los iconos de la movida gastronómica de Caracas.

María Dolores Ruiz, hija del fundador y quien como CEO está al frente de la empresa familiar desde 2007, indicó que la marca se está preparando para convertirse en una franquicia. “Hay inversionistas interesados en ser parte de esto y me han propuesto montar 2 franquicias. Ya nosotros creamos, durante la pandemia,  nuestros manuales y estandarización de procesos de la mano de la firma Franquiciólogos, liderada por Argenis Carpio, y estamos afinando detalles, creando el equipo y buscando ubicaciones en Caracas. La voz institucional de la marca va ser la comunicadora social Aymara Larenzo”, comentó.

Ruiz es abogada, técnico superior administración industrial, con especialización en derecho tributario, también ha incursionado en educación, tiene componente docente, soy cefista (modelo alemán de Competencia como base de la Economía a través de la Formación de Emprendedores y Empresas, CEFE).

“El Trolly es mi Ikigai (concepto japonés que puede definirse como "la razón de ser" y que implica la conjunción de profesión, pasión, misión y vocación), puesto concuerda perfecto. Sin embargo, hago otras cosas como gerenciar el centro comercial, hago gestión inmobiliaria, doy asesorías, etc.”.

Un lugar con mucha historia

“El Trolly fue un emprendimiento de mi papá Antonio Ruiz Estrada en 1953 que comenzó con un food truck en Los Chaguaramos, frente a El Tropezón y  fue caminando por toda la ciudad.: Chacaíto, el Centro Lido, y en los predios de lo que ahora es el edificio Torreón en Las Mercedes”.

“Luego mi padre adquirió un terreno en la calle  la calle Guairita de Las Mercedes y construyó un local, que se inauguró el 25 de febrero 1972, y en 1979 se mudó al otro extremo del mismo espacio porque era más cómodo, donde estaba otro negocio familiar, llamado el bar restaurante El Ciempiés, a cuyo nombre estaban los permisos”, manifestó.

En 1999 se rescata el nombre de El Trolly y se hace un refrescamiento del local y desde el 2000 lo tenemos como luce actualmente, con la excepción de algunas modificaciones, “pero ya estamos perpetuando la marca para futuras generaciones".

 “Desde 2007 estoy reinventándolo, dándole siempre lo mejor al consumidor, evolucionando como marca que ahora de muchos clientes asiduos a los que llamamos “Trollylovers”, afirmó Ruiz.

Explicó que durante la pandemia debieron cambiar el horario para abrir a las 8 am en lugar de las 5 pm, se sumaron a las plataformas de delivery como Yummy y PedidosYa, y se le dio a la marca “más organización, manuales de procedimientos, estandarización de recetas, etc.”.

“El año pasado hicimos una pausa para hacer una reorganización gerencial y volvimos a abrir el 15 de diciembre. Ahora tenemos una filosofía más americana para gerenciar, ahora tenemos 3 gerencias y se notan los resultados”, apuntó. Actualmente 10 personas forman parte de la organización. Trabajamos de 8 am a 12 pm de domingo a jueves, los viernes y sábados hasta las 3 pm pero hay días en que terminamos  a las 6 am.

Resaltó que el aspecto más difícil de gerenciar esta empresa es el manejo del capital humano. “Yo me apegue a mis empleados viejitos, que fueron los reyes del servicio, gente que sin tener educación tenía sentido común, vocación de servicio y mística de trabajo. Ahora en estos tiempos no de eso abunda”.

“Ahora el reto de cualquier gerente es formar a su personal”, expresó Ruiz, quien recordó que muchas veces las organizaciones invierten en su personal y esté luego se va, pese a  tienen buenas condiciones o compensaciones. “Tienes que integrar psicólogos clínicos contar con aliados que le apliquen pruebas de admisión a los colaboradores para evaluar su perfil”, destacó.

Ruiz exhorta a su personal joven a estudiar. “Yo gerencio como crie a mis 2 hijos: uno que es farmacéutico y vive en Estados Unidos mientras el otro que es futbolista pero también tiene formación gastronómica. La clave es no detener la marcha, siempre caminar hacia adelante”.

Aunque El Trolly es una empresa familiar, Ruiz precisó que ninguna persona –incluidos sus hijos- puede asumir el liderazgo si no tiene por lo menos un año de gerencia en la empresa, porque “requiere de empuje, conocimientos, destrezas y de mirar hacia el futuro para seguir avanzando”

Los Trollylovers

Ruiz indicó que El Trolly tiene sus clientes asiduos: “el papa que trajo a su hijo, y que cuando se convirtió en padre trajo a su descendencia, es decir, la preferencia por nuestra marca pasa de generación en generación. Por ejemplo, nietas que cuando vienen quieren tomarse su merengada.  Nosotros lo que hacemos es observar y preguntar cual es comportamiento de nuestros clientes.

“Este es un concepto de tradición y se ha mantenido más allá de las dificultades, la diáspora y la pandemia. Los Trollylovers nos dan comentarios y sugerencias. Por ejemplo, una niña de 8 años se quejó ante un mesonero porque identifico una diferencia de sabor en unos perros calientes y cuando revisamos vimos que, por temas logísticos, no eran de la marca Plumrose, que es la que usamos habitualmente”, indicó.

Resaltó que En El Trolly “hay un sabor y una calidad identificable. Estoy muy pendiente porque mi familia come aquí. He introducido mejoras como no usar aceite de soya porque hay estudios que muestran que es cancerígeno. Usamos de un ionizador bipolar  en el aire acondicionado para eliminar virus, gérmenes y bacterias en el ambiente. Los vegetales y futras se compran en La Colonia Tovar. Es decir, todo es calidad y forma parte de nuestros estándares”.

También se implementó un sistema de valores llamado CREO, a partir del método CEFE, que implica cordialidad, respetuoso, empático y oportuno de cara a la atención al público, pero que los colaboradores también pueden aplicar en su vida personal.